Angela Nanetti, (autora de este libro): Ángela Nanetti nació en Budrio en 1942. Especializándose en historia medieval.
Enseñó durante varios años en escuelas de Pescara.
En los años 80 comenzó su relación con el mundo editorial, en proyectos de texto para la enseñanza, incluyendo la antología de la escuela "Mensaje en una botella".
Al mismo tiempo, hizo su debut como escritora para jóvenes con "Los recuerdos de Adalberto", una breve novela, que trata con humor, de los problemas en el período de la pubertad .
En 1995 dejó la docencia para dedicarse exclusivamente a escribir.
Su libro más exitoso, "Mi abuelo era un cerezo", se publica en quince países.En 1998 ganó el Premio Cento por esta obra.
Esta obra, es una historia que trata sobre un niño que cuando tenía 4 años, tenía la suerte de tener a sus 4 abuelos, sus abuelos paternos, Luis y Antonieta vivían en e mismo edificio que el en la ciudad, mientras que sus abuelos maternos, Teodolinda y Octavio vivían en el campo.
Este chico, veía a sus abuelos maternos 2 veces al mes, y el, se sentía muy feliz de tener la oportunidad de verles, porque ellos vivían a 40 kilómetros de la ciudad. La abuela Teodolinda, cuidaba a las gallinas y a las ocas, y las quería muchísimo a todas, pero a una de ellas, Alfonsina, era su favorita en resumidas cuentas. Mientras que el abuelo, cuidaba la huerta. Allí había algo muy especial que en ninguna otra huerta había... ¡EL CEREZO!
Este cerezo es muy especial, porque el abuelo Octavio lo plantó cuando su hija Felicidad nació, por eso se llama Feliz.
Un día el abuelo le mostró como trepaba el cerezo con agilidad mientras la abuela Teodolinda le gritaba.
Ese es uno de los últimos recuerdos que hay de la abuela Teodolinda. Un día mientras comían, llamaron los abuelos y dijeron que la abuela Teodolinda había enfermado.
Una semana después fueron a ver a la abuela, el la vio bien, un poco cansada, y cada vez que perseguía a las gallinas, se tocaba el corazón.
El último recuerdo que tiene de la abuela, fue cuando la vio en la cama junto a Alfonsina y sus pequeñas ocas, estaba muy enferma.
2 semanas más tarde, le dijeron que la abuela Teodolinda había emprendido un viaje largo del que no iba a volver, al principio no entendió de que se trataba, pero luego el lo comprendió.
El abuelo Le dijo que había que cuidar a Alfonsina porque la abuela le había confesado que se iba a reencarnar en Alfonsina.
La muerte de Teodolinda dejó un enorme vacío en Octavio.
Ahora iban a ver a Octavio cada semana, y el niño estaba contento, porque animaba al abuelo, y un día el abuelo le enseñó a este niño a escuchar ala naturaleza. Se lo pasaba muy bien.
Un día, que el niño vio al abuelo decaído, e preguntó, que le pasaba y el le dijo que tenía una espina en el corazón...
La madre sabía de que se trataba, y un día que el abuelo estaba muy enfermo se lo llevaron a la ciudad para cuidarlo. Un día mamá le dijo a este chico que el abuelo había ingresado en "una casa sin colores".
¡SI QUIERES SABER MÁS TENDRÁS QUE LEER ESTE LIBRO TU MISM@!
Me gustaría hacer un petición a Pilar...
Me gustaría saber si este libro lo podríais leer a todo 6º los profes. ( ESPERO QUE SI)
Leyendo un capítulo de este libro, me dio por ponerme a llorar, me parece una historia muy triste, aunque a mi me ha enseñado muchas cosas que son muy importantes, por eso he hecho esa atrevida petición, porque me parece un libro muy emocionante, y más para escucharlo todos juntos.
UN BESO:
SARA ENCABO