Después de caminar, desde 2009, por el borde mismo del precipicio político, Silvio Berlusconi acaba de visitar al presidente Giorgio Napolitano para anunciarle que -una vez aprobado el presupuesto 2012- presentará su dimisión al cargo de primer ministro de Italia.Berlusconi tiene ahora por delante por lo menos tres alternativas. Una, impulsar al cargo de primer ministro a políticos de su confianza y de su propio partido. Otra, unirse a quienes prefieren armar un gobierno transitorio de unidad, con tecnócratas de prestigio en el timón del país. La tercera sería disolver el Parlamento y llamar a elecciones generales sin él como candidato. La presión realmente agobiante de las circunstancias podría hacer difícil implementar esta última posibilidad.
UN SALUDO
SARA ENCABO
Gracias por la noticia. Conviene saber lo que ocurre a nuestro alrededor.
ResponderEliminar